La Osteopatía (también llamada medicina osteopática) fue desarrollada en la segunda mitad del siglo XIX por A.T Still, un médico y cirujano de los EEUU que evidenció las interrelaciones existentes, por una parte entre el sistema músculo-esquelético y los otros sistemas orgánicos, y por otro lado, entre la movilidad y la libertad de esos distintos sistemas y la salud del hombre.
Esta terapia se realiza, de forma regulada, en muchos países alrededor del mundo, como profesión sanitaria de primer grado. En España, actualmente, está integrada dentro de la competencia de la Fisioterapia aunque se está luchando por su inclusión, de forma independiente, en el marco de las profesiones sanitarias.
Principalmente, se trata de una terapia únicamente manual; totalmente complementaria con la medicina convencional en su objetivo común de ayudar al paciente, y que cabe colocarla dentro de un contexto de prevención, de conservación, y de mejora de la salud. Está focalizada en la relación del cuerpo con sus diferentes estructuras, poniendo énfasis en la integridad de las mismas y su función, así como en la capacidad de curación del propio cuerpo. El osteópata ve al paciente como un todo, en el que los tejidos del mismo influencian y se ven influenciados por la fisiología y su capacidad interna de regulación.
La práctica de la Osteopatía se distingue de otras profesiones que se dedican a la salud en las que se utilizan técnicas manuales a pesar de algunos solapamientos en las intervenciones empleadas (como la fisioterapia o la quiropraxia) en la profundidad del conocimiento diagnóstico y en la capacidad de realizar un abordaje global.
Los profesionales osteopáticos utilizan una amplia variedad de técnicas manuales terapéuticas para facilitar el correcto funcionamiento del organismo, que puede haber sido alterado por una disfunción en las estructuras esqueléticas, vasculares, neurológicas o linfáticas.
Además de esto, se puede combinar con otro tipo de actuaciones o consejos, como, por ejemplo, la actividad física y la corrección postural.
En este marco de trabajo, los practicantes de la Osteopatía incorporan conocimientos médicos y científicos actuales, aplicados a los principios osteopáticos para la mejora de la salud del paciente. Los osteópatas reconocen que los signos y síntomas clínicos de cada paciente son consecuencia de la interacción de factores tanto físicos como no físicos. Se trata de una forma de cuidado de la salud centrada en el paciente y, no tanto, en la propia enfermedad (dado que cada enfermedad actúa de forma diferente en las personas).
El tratamiento osteopático se desarrolló como una forma de facilitación para la reorganización de la estructura y función normal del propio cuerpo y sus mecanismos adaptando a cada paciente y a sus necesidades, teniéndose siempre en cuenta la edad, el sexo, la tipología y el estado de salud del mismo. Así pues, emplea diversos tipos de técnicas, como, por ejemplo maniobras de impulso vertebral, técnicas suaves indirectas o técnicas de energía muscular, entre otras.
¿Puede usted beneficiarse de la Osteopatía?
A raíz de la práctica de la osteopatía se pretende mejorar la calidad de vida del paciente.
El principal objetivo será devolverle el equilibrio al cuerpo, a través de un análisis del posible origen del problema, para que el propio organismo pueda encontrar su estabilidad mediante su capacidad de regeneración.
Y es que, está demostrada –ante ciertos problemas–, la facultad que posee el cuerpo humano de regenerarse, de auto sanarse, de adaptarse a los mecanismos lesionales y a las agresiones externas: los seres humanos somos capaces por sí mismos de cicatrizar sus heridas, cerrar ulceraciones, sanar de procesos gripales eliminando agentes infecciosos, soldar fracturas óseas, recubrir objetos extraños con tejido fibrótico y otras afecciones muy diversas.
La osteopatía, sencillamente, ayuda con sus técnicas a mantener esta virtud.
Buen artículo sobre la osteopatia, ágil de lectura , de fácil comprensión y que aclara muy bien los conceptos fundamentales de la osteopatia.