Con frecuencia, los principales motivos de consulta de los pacientes se deben al DOLOR. Las cuestiones habituales que suelen plantear son: ¿Qué es este dolor? ¿Qué me lo está provocando? ¿Será grave? ¿Cómo puedo acabar con él?
Los fisioterapeutas, como profesionales de la salud, debemos ser capaces de responder a todas estas preguntas. Debemos estar capacitados para identificar la fuente principal de dolor, debemos saber si existen factores que contribuyen a la aparición o mantenimiento del mismo (factores físicos, psicológicos, sociales) y debemos averiguar frente a qué tipo de mecanismo doloroso nos encontramos (tema que ampliaremos en posteriores publicaciones). Teniendo en cuenta estos aspectos y respetando la individualidad de cada caso, debemos ser capaces de encontrar el camino hacia la recuperación.
Por otro lado, tratar de identificar la causa principal que ha provocado todo este proceso doloroso es un tema de mayor complejidad. En la gran mayoría de los casos, son muchos los factores que desembocan en el motivo de consulta del paciente. Es posible incluso, que nunca lleguemos a conocer la causa inicial del proceso. No digo que no sea importante saber qué lo provocó, pero no debemos perder la calma ante un abanico tan amplio de posibilidades. El paciente quiere una solución y, a ser posible, de manera inmediata.
He aquí la importante labor del fisioterapeuta. Pero para manejar el dolor, debemos entender qué es. Así pues, está descrito como una experiencia o sensación desagradable asociada a daño real o potencial en el tejido corporal y que tiene componentes tanto sensitivos, emocionales, cognitivos y sociales. Es decir, el dolor es una interpretación que hace nuestro cerebro, en base a nuestras emociones, nuestras creencias y nuestras experiencias, en caso de sentirse amenazado de forma real o potencial. (1) Como cada persona vive y experimenta situaciones diferentes, todos sentimos el dolor de forma diferente.
En definitiva, debemos entender el dolor como un proceso que, desde el punto de vista fisiológico, actúa mediante una serie de mecanismos y estrategias de comportamiento que permiten a los organismos recuperarse ante situaciones graves y sobrevivir. (2)
El ser humano ha llegado hasta aquí, en parte, gracias a fenómenos como el dolor. La aparición del mismo no debe causar angustia. El paciente, por un lado, debe identificarlo como signo de alarma. El fisioterapeuta, por otra parte, deberá hacer entender dicho proceso, ya que gestionarlo será más fácil si éste se comprende y podrán darse las herramientas pertinentes lidiar con él.
Bibliografía
- Smart KM et al. The Discriminative Validity of “Nociceptive,” “Peripheral Neuropathic,” and “Central Sensitization” as Mechanisms-based Classifications of Musculoskeletal Pain. Clin J Pain. 27(8)655-663. 2001.
- Williams C et al. Updating the definition of pain. 157(11); 2420-2423. 2016.
Autor:
PABLO GUAL MONTOLIO (FISIOTERAPEUTA)
Nº COLEGIADO ICOFCV: 4733